Diálogos Literarios: Pacheco/Vargas-Llosa

El dia 24 de septiembre de este año tuve el privilegio de asistir al inicio de los «Diálogos Literarios», un ciclo organizado por la Universidad Autónoma de México, de cuya charla inaugural de aquel día, que consistió en dos partes de ca. 75 min. cada una, participaron José Emilio Pacheco e Ignacio Solares y en la segunda parte, Mario Vargas-Llosa y Sealtiel Alatriste. El lugar en donde se realizó el evento, la Sala Nahuatelcóyotl del Centro Cultural de la UNAM, estaba ariborrada de gente, como era de esperar; quienes no llegaron con la debida anticipación debieron conformarse con tomar asiento en las escaleras o permanecer de pie en los pasillos. En cada bloque, el escritor enfrentó a su interlocutor en sendos sillones dispuestos a tal efecto en el centro del escenario, lo que le dio a las charlas un cierto aura de intimidad, evidentemente así buscada.

Para mi gran vergüenza debo reconocer que no he leído aun nada de José Emilio Pacheco. Si bien por momentos las insistentes referencias a su (supuestamente avanzada) edad, siempre expresadas en clave de humor (en reiteradas ocasiones pidió que bajaran la luz del escenario, «olvidaba» la prescencia del micrófono, y expresó su «preocupación» por «no hacer esperar a Vargas-Llosa», para no hablar de las variadas referencias explícitas a su «vejez» o a la «juventud» del auditorio) se tornaron algo tediosas, la charla tuvo muchos momentos sumamente interesantes; entre las frases destacables del escritor hay algunas como: «Mi experiencia no sirve de nada, porque sucedió en un mundo que ya no existe» Dicho esto sin ningún tipo de nostalgia, lo que instantes después confirmó él mismo al decir: «Nostalgia… es crear un mundo de Walt Disney: estoy en contra de la nostalgia y a favor de la memoria». Por supuesto, como no podía ser de otra manera en una charla entre dos mexicanos, esta no tardó en volcarse por completo hacia el tema del desmadre que está atravesando el país, la guerra contra las drogas del presidente Felipe Calderón y la calidad de una la violencia inconcebible hace solo unos pocos años. Ante la pregunta sobre una posible solución, Pacheco (haciendo uso y abuso de un interminable preámbulo, que comenzó con las palabras «Yo sé que mucha gente va a decir que yo no entiendo nada…») se pronunció a favor de la legalización. Curiosamente y para mi sorpresa, pocos fuimos los que aplaudimos esa declaración 1.

La charla con Vargas-Llosa fue también sumamente interesante, sobre todo porque se desarrolló dentro de un marco estríctamente literario y no devino en una charla política 2, o si lo hizo, fue solo por momentos y muy tangencialmente. Más que nada, Vargas-Llosa habló de su infancia bajo la dictadura en el Perú, sus comienzos como escritor, del proceso de gestión de algunas de sus novelas principales y de la actividad del escritor en general. Al hablar de la influencia que tuvo Jean-Paul Sartre en sus años de juventud (y confirmó la historia de que sus amigos lo llamaban el «Sartrecillo valiente») dijo que ellos (los escritores jóvenes de los años sesentas y setentas) buscaban «hacer la revolución» mediante el acto de la escritura; y que el lector de hoy es uno mucho más desapasionado que el de aquel tiempo; según él, el lector de hoy busca ser entretenido, y en su época «la gente leía para buscarle una solución a sus problemas».

Yo no sé si estoy de acuerdo con él, pero en todo caso fue un placer poder escuchar a quién sabe expresarse con tal esquisitez. Los invito a disfrutar de ámbas charlas en YouTube 3 (dejo los enlaces aquí abajo)

Primera Parte.
Diálogo entre José Emilio Pacheco e Ignacio Solares:

Parte 2Parte 3Parte 4Parte 5

Segunda Parte.
Diálogo entre Mario Vargas-Llosa y Sealtiel Alatriste:

Parte 2Parte 3Parte 4Parte 5

  1. máxime teniendo en cuenta que hubo mementos en los que la sala se estremeció de aplausos ante grandes tonterías, como cuando dijo que uno de los libros más importantes en su vida había sido la biblia (sic!) (cosa que yo creo más bien fue un ardid para no reponder a la pregunta) o cuando Mario Vargas-Llosa nombró con reverencia a Octavio Paz, como si tamaña trivialidad fuera razón de orgullo de los presentes (pero bueno, eso es tema para otro análisis) []
  2. lo cual, estríctamente, no hubiera estado mal, pero para escuchar hablar sobre política hubiera ido a la charla de Chomsky; y el evento al que estábamos asisitiendo se llamaba «Diálogos Literarios»[]
  3. La grabación que hice yo mismo de la charla con Vargas-Llosa resultó ser una bazofia, pero por suerte pájaropolítico tenía una cámara mucho más digna que la de mi celular. Gracias a él, entonces, por subir las charlas a YouTube[]

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