Llegué al aeropuerto de Frankfurt con un liviano optimismo; la conexión hasta allí había consistido en un vuelo corto y tranquilo en un B737 casi vacío y (para mi alegría) sumamente turbulento. Mis (cualquier cosa menos incontables) co-pasajeros estuvieron, todos, notoriamente menos interesados en las viscisitudes climáticas que en el contenido del Süddeutsche o el […]
Llegar antes de salir
