Categoría: Cultura online

Cultura 2.0

El manifiesto de John Doe

Hace unos días, el Whistleblower anónimo „John Doe“ envió una carta abierta al Süddeutsche Zeitung («SZ») brindando detalles sobre la filtración que se conoció con el nombre de #PanamáPapers, su motivación política, su objetivo y perspectiva personal. El diario la publicó en alemán y en inglés; y si bien existe una versión en español dando vueltas por la red, es tan mala que decidí traducir […]

Stop-Motion y CGI. Buen cine, buenos cortos

Dos excelentes cortos: el primero («More», 1998) data de la era pre- «CGI para todo el mundo» y sobresale por el guión, la música y el impecable trabajo de stop-motion; el segundo («Blinky ™», 2011), aún no siendo un corto 100% animado, tiene un trabajo de computardora impecable. Nunca dejan de sorprenderme las cosas que pueden hacerse hoy, solo con una PC hogareña y amor al arte…

Los Blogers y el «Periodismo Real»

Cuando se habla del nuevo poder de los Blogers, mis colegas (todos periodistas profesionales) casi siempre fruncen el ceño. «Son improvisados» me dijo uno el otro día. El argumento que esgrimía va más o menos como sigue: un periodista que ha aprendido el oficio, sabe cómo chequear sus fuentes y cómo verificar los hechos y por ello resulta mucho más confiable que los blogers entusiastas que simplemente escriben lo que les viene en gana.

Los dinosaurios de la sociedad de la información

Hay algo que no deja de llamarme la atención con respecto al gran y reciente interés mediático sobre Wikileaks y Julian Assange. En primer lugar es curioso que se le haya dado tanta importancia a una filtración que después de todo no deja de ser anecdótica: nada de lo que revelaron los cables publicados por el sitio, por lo menos hasta ahora, es de la gravedad… o mejor dicho: del grado de clasificación, con el que se los presentó.

La configuración singular de la memoria

Arriesgando una definición bastante amplia y a simple vista trivial de la memoria, quisiera describirla como el conjunto de la información que se conserva en el cerebro desde el instante siguiente a su recepción. (Es curioso pensar cómo, en este sentido, el presente apenas existe, porque puede reducirse a un crono-fragmento minúsculo que casi instantáneamente se pierde en el abismo de la memoria)