Hace poco (y de pura casualidad), me topé con uno de esos voluminosos tomos de fotografía de lujo, más de 3kg de peso y con un precio de lista violentamente prohibitivo, aunque comprensible si nos detenemos por un segundo en la calidad de la edición. En la solapa puede leerse que «pocos libros de fotografía pueden afirmar ser verdaderamente innovadores. Éste es uno de ellos», lo cual no deja de ser una exageración sin par. Sin embargo, para los que no nos dejamos deslumbrar por la publicidad y nos saltamos las partes decididamente comerciales (como la historia del fotograma «Ché con Cigarro» (René Burri) o «Manifestante solitario enfrentando a tanques de guerra en la Plaza Tiananmen, Beijing, 1989» (Stuart Franklin), que también están reseñadas en el libro), este aparatoso ejemplar de biblioteca guarda algunas joyitas muy interesantes en su interior, como lo es la historia de «TJ», la hoja de contacto de Jim Goldberg de su trabajo con una prostituta homónima de San Fransisco.
Transcribo aquí la descripción del recuerdo del fotógrafo y dejo algunas fotos que tomé de aquel trabajo, directamente en la librería, con el celular y pésima luz, por lo que pido disculpas por adelantado por la pésima calidad. Si en algún momento junto los casi cien euros que cuesta el ladrillo y me lo compro, prometo escanearlas y ofrecer una versión mejor.
«Conocí a TJ a través de Dorothy Geiger en la habitación número 30 del hotel Albert. Nunca supe su nombre real, pues me dijo que lo había ido perdiendo a lo largo de la vida. Era un poco mayor que yo, pero apenas lo suficiente como para que el transcurso de nuestras vidas no se solapara en ese momento. Le había sido amputada la mano derecha como consecuencia de una pelea con otra prostituta. Trabajaba en una zona deprimida del distrito de Maiden, en San Fransisco, y hacía lo que fuera necesario con tal de adormecer su mente. Nuestra amistad creció más allá de lo normal en la práctica de mis reportajes. Estábamos en 1977, y todas mis amigas estaban envalentonadas en aquella época: se estaban convirtiendo en mujeres «fuertes». No me era fácil ver a TJ tan sensible y consciente de su situación como lo estaban mis amigas, pues, a diferencia de ellas, estaba atascada en una vida que no deseaba, pero incapaz de escapar de ese callejón sin salida.
«TJ pasaba casi todas las tardes en su habitación. Trabajaba de noche, y cuando se hicieron estas fotografías no tenía mucho que hacer, ya que tenía un ojo morado; por lo que durante ese tiempo estuvo dispuesta a trabajar conmigo. Le llevaba mis hojas de contacto para que las editara y utilizaba sus selecciones como guía. Volvía con un montón de impresiones de 5×7 como regalo. Le hacía algunas preguntas como:‘Si ésta fuera la última fotografía que te hicieran y la pusieran en tu puerta como recuerdo, ¿Qué dirías?’ Tengo sus respuestas escritas en las impresiones de 11×14 que hice para mí. TJ ponía sus respuestas por escrito en un papel que he conservado y estimado desde entonces.
«Unos seis meses después de que se tomaran estas fotografías, TJ desapareció del hotel y no la volví a ver hasta que me la encontré en el cruce de las calles Sexta y Natoma, en el barrio de Tenderloin. Con el pelo largo y sucio, los ojos hinchados, la cara deteriorada, cortada y derrotada, estaba con cuatro tipos que querían mantener relaciones sexuales por un simple trago. Casi no podía hablar, pero se enfadó tanto por el hecho de que la viera en aquella situación que les pidió a sus amigos que me dieran una paliza. Me fui rápidamente, casi seguro de no volverla a ver. Pocos meses después, recibí una llamada del departamento de urgencias del Hospital General de San Fransisco, donde la habían ingresado ‘con la mente ausente e incapaz de valerse por sí misma’. Intenté, quizá ingenuamente, convertirme en su guardián para ayudarla a que no acabara ern un albergue para indigentes y ancianos de San Francisco. No tuve éxito. Por lo que sé, TJ vivió en uno de ellos hasta que murió poco después. Tendría unos treinta y cuatro años.»
Jim Goldberg sobre TJ, en:
Lubben, Kristen «MAGNUM. Hojas de contacto» 1 , p. 232 ss.
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